Me gustaría contarles la historia de un rey que reinó en una época remota. Quiso saber cómo reaccionarían sus súbditos ante un reto o un obstáculo. Es así que mandó colocar una roca en medio de un camino. Luego el monarca se dispuso a ver quién sería capaz de quitar la roca del camino. Llegaron algunos cortesanos y ricos mercaderes del rey y simplemente contornaron la roca. Muchos de ellos acusaron abiertamente al rey por no tener despejado el camino, pero ninguno de ellos hizo nada para quitar la roca.
Luego llegó un campesino cargando un saco de verduras. Al acercarse a la roca, el campesino puso el saco en el suelo e intentó mover la piedra a un lado del camino. Después de mucho empuje y esfuerzos, logró mover la piedra. El campesino volvió a cargar con su saco de verduras y se percató de un bolso tirado en el camino allí donde había estado la roca. El bolso contenía muchas monedas de oro y un mensaje del rey que indicaba que este oro sería para aquella persona que lograra quitar la roca del camino.
En esta historia vemos que el campesino se vio frente al obstáculo o al reto (la roca en el camino), y no se conformó con contornar el obstáculo, sino que a base de muchos esfuerzos logró quitar la piedra del camino y esto le llenó de oro. Este relato puede considerarse un ejemplo típico de cómo un reto puede ofrecer una oportunidad de mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.
Los jóvenes trabajadores convierten los retos en oportunidades
La gente en la comunidad suele hablar de nosotros en positivo. Dicen que la juventud es una etapa en que no se tiene miedo y se está dispuesto a enfrentar nuevos retos. Es así en cierto modo. La historia lo ha comprobado. En la Revolución francesa, la revolución rusa, la Revolución Cultural de la China, las revoluciones cubana y latinoamericanas, la revolución iraní, la caída del muro de Berlín y los cambios en los países de Europa del este, o en las recientes revueltas populares en el mundo árabe. La juventud y los jóvenes trabajadores contribuyeron a hacer posibles estos grandes acontecimientos históricos. En todos estos acontecimientos, la juventud y en particular los jóvenes trabajadores tuvieron que enfrentarse a retos y obstáculos adversos como gobiernos opresores, fuerza militar, hambre, falta de empleos, lucha continua, etc. Sin embargo, el poder de la juventud y sus características para acometer los retos y superar los obstáculos les da la oportunidad de alcanzar la libertad, liberación, democracia, bienestar y mejores condiciones de trabajo. En estos acontecimientos que llevaron al cambio, los jóvenes se comportaron y actuaron como el campesino del cuento. No perdieron el tiempo en meras discusiones sobre obstáculos y retos. No huyeron de estos obstáculos y retos. No le echaron la culpa al sistema, al rey, a los que mandan. Pero se dieron cuenta de que había que levantar estos obstáculos y es lo que hicieron.
Forma en que algunos de nosotros nos enfrentamos hoy a retos y obstáculos
La juventud y los jóvenes trabajadores tenemos hoy una actitud y respuesta diferentes frente a los obstáculos y retos que se nos plantean en nuestra vida y trabajo. La primera actitud que tenemos es el temor a enfrentar y acometer estos retos. Por otra parte, muchos de nosotros sólo hablamos y debatimos sobre los obstáculos y retos y con ello nos conformamos. En tercer lugar, muchos de nosotros seguimos echándole la culpa a las estructuras, a las políticas, a los que gobiernan, etc. Por último, muchos de nosotros queremos huir de esos obstáculos y retos. No nos damos cuenta a menudo de que cualquier reto u obstáculo que se nos presenta ofrece una oportunidad para mejorar nuestras condiciones de trabajo y de vida.
Cuando analizamos nuestra actitud vemos que el mayor problema es cómo superar el miedo. Este es el aspecto que más puede destruir nuestra vida. ¿Cómo superar este miedo? Sólo es posible buscando superar el obstáculo. Podemos explicarlo con un ejemplo. A una persona le gustaría aprender a nadar. Puede que conozca todos los aspectos teóricos de la natación. Sin embargo, su mayor desafío será el de saltar al agua y aprender a nadar. El miedo es el primer obstáculo. Este miedo lleva a hacernos muchas preguntas negativas. Si salto, ¿me pasará algo, me ahogaré? Si la persona sigue planteándose esas preguntas, entonces nunca saltará a la piscina y nunca aprenderá a nadar. El miedo nos impide superar los retos y ver éstos como oportunidades. La acción es la única forma de enfrentar un reto o un obstáculo y convertir éstos en oportunidades.
Referencias positivas
La Biblia nos ofrece un sinfín de referencias positivas sobre cómo enfrentar los retos y cambiarlos en oportunidades. Muy a menudo decimos: “es imposible”. La Biblia dice: “todo es posible (Lucas 18:27)”. Decimos: “No puedo seguir”. La Biblia dice: “Bástate mi gracia (II Corintios 12:9 & Salmos 91:15)”. Decimos: “No puedo hacerlo”. La Biblia nos dice “todo lo puedo (Filipenses 4:13)”. Decimos “No soy capaz”. La Biblia nos dice “Puedo (II Corintios 9:8)”. Decimos “No soy bastante inteligente”. La Biblia dice “se convirtió para nosotros en sabiduría (I Corintios 1:30)”.
Cuando se nos presentan retos y obstáculos, cuando nos vemos envueltos en el miedo y la preocupación, empezamos a perder la esperanza, y luego pensamos en cómo actuó el campesino del cuento. Nunca renunció y logró mover el peñón. Estaba convencido de que podría hacerlo. Cuando nos encontramos ante la adversidad, pensemos en estas referencias bíblicas, esto nos devolverá la esperanza y nuestra motivación a actuar.
“Pienso que los héroes son aquellas personas que hacen lo que hay que hacer cuando hay que hacerlo, sin importarles las consecuencias”.
- Autor anónimo