La migración no es un delito: Exijamos derechos que no conocen fronteras

"Hace un año dejé a mi bebé y emigré a Brasil. Dejé mi país, Venezuela, porque dependía del trabajo jornalero para sobrevivir. Cuando crucé la frontera, no me quedaba dinero y tuve que vender plátanos en la calle durante unos meses. Hice lo que pude para comer y sobrevivir. Por desgracia, los que se aprovechaban de mí también eran venezolanos, que me hacían trabajar muchas horas, me pagaban muy poco y tardaban mucho tiempo en pagarme. Hoy confío más en los brasileños que en mis compatriotas. Fue muy difícil acostumbrarme a un nuevo idioma. Creo que los gobiernos deberían promover servicios de información sobre trabajo y estudio para los emigrantes, para facilitarles la adaptación al cambio de lengua y cultura". - Alberto, venezolano, 21 años.

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: Transformar actitudes, defender nuestra libertad y vivir sin miedo

El 25 de noviembre no sólo nos recuerda la lucha por transformar actitudes y erradicar las diversas formas de violencia y abuso que siguen sufriendo miles de mujeres, sino que también es un acto de reivindicación. Es una manifestación en defensa de nuestra libertad y de nuestro derecho a vivir sin miedo ante esta situación.

Del trabajo precario al trabajo justo y a una vida digna

“Trabajo en el sector agrícola, el calor en los campos es insoportable y las condiciones son muy duras. Me explotan y me tratan como una máquina y no como una persona. A pesar de todos mis esfuerzos, el salario es apenas suficiente para cubrir lo esencial.” - Bendjy, migrante haitiano

Hoy, 7 de octubre, celebramos la Jornada internacional por el trabajo decente.  Esta jornada nos recuerda la importancia de garantizar condiciones de trabajo justas y dignas para todos/as los trabajadores/as del mundo. El trabajo decente es un derecho fundamental que merecemos todos/as. Esto significa tener un empleo con condiciones justas, salarios decentes, una protección social adecuada y un ambiente de trabajo seguro y sano. Un trabajo que respeta la dignidad humana y promueva la igualdad de oportunidades sin discriminación.