Respondiendo al llamado lanzado por el papa Francisco a los jóvenes economistas, empresarios, militantes y actores de cambio para que “den un alma a la economía” y obren en favor de una economía ecológicamente responsable que tenga cuidado de todos y no deje de lado ninguna persona, más de mil jóvenes de diferentes regiones del mundo se encontraron en Asís, en Italia para el evento mundial “Economy of Francesco” (EoF) del 22 al 24 de septiembre.
Estos días fueron la oportunidad de múltiples encuentros enriquecedores, de puentes y cosechas enriquecedoras. Un espacio para compartir y escuchar historias, para conocer diversas iniciativas y las mejores prácticas, para entrar en contacto con jóvenes de otras regiones del mundo y para participar a un compromiso mundial compartido que quiere el cambio.
Los jóvenes, entre los que se encontraba la representante de la JOCI y la Red sobre el Futuro del Trabajo después del proyecto Laudato Si, de la que somos miembros, compartieron palabras fuertes, haciendo eco de la esencia de la Economía de Francisco: “Somos mujeres y hombres de la escucha y del diálogo, construyendo puentes y buscando dar un alma a la economía”. Motivada y fortalecida por esta reunión, la comunidad comenzó a tender puentes compartiendo los proyectos en curso e intercambiando ideas. Consideraron posibles acciones de colaboración para identificar formas de avanzar hacia una economía ecológica y socialmente responsable.
Después de la jornada de apertura, los jóvenes fueron repartidos en las “aldeas” que trabajan concretamente sobre los diferentes temas. Desde 2019, la JOCI participa en la aldea Work and Care (Trabajo y Cuidados). En esta aldea, tomamos el tiempo de compartir diferentes historias, testimonios de jóvenes trabajadores y la realidad de terreno. Luego compartimos las expectativas concernientes a la Comunidad “Economía of Francesco”. Fue motivante constatar la fuerte voluntad de encontrar pistas para una economía que asume el cuidado de cada uno y cada una. La JOCI señaló la importancia de un trabajo digno, de una protección social para todos y todas, de la igualdad de los géneros, de una educación de calidad y del valor de la solidaridad. Después de la discusión, la aldea Work and Care redactó su declaración final: “Creemos firmemente que el trabajo nos permite participar en la creación de Dios prosperando al interior de nuestras comunidades. Reivindicamos una nueva cultura del trabajo que dé la prioridad a la dignidad de las personas, que reconozca la contribución de cada trabajador y trabajadora, que genere un valor económico compartido rompiendo la pobreza laboral”.
El último día, la presencia del Papa Francisco en el Teatro lírico confirmó su deseo y el llamado lanzado a los jóvenes comprometidos en la Economía de Francisco a obrar por la durabilidad social, interactiva y espiritual, y a oír el grito de los pobres y el grito del planeta. El Papa Francisco comenzó su discurso por estas palabras de motivación con la intención de que los jóvenes participantes de la Economía de Francisco les recuerden que pueden cambiar el mundo para hacerlo mejor.
“Y cuando un joven ve en otro joven su propia llamada, y luego esta experiencia se repite con cientos, miles de otros jóvenes, entonces se hacen posibles grandes cosas…”
“Ustedes, los jóvenes, con la ayuda de Dios, saben hacerlo, lo pueden hacer; los jóvenes lo han hecho otras veces en el curso de la historia… Ustedes están llamados a convertirse en artesanos y constructores de la casa común.”
El Papa Francisco igualmente destacó el modelo profético al centro de la Economía de Francisco, e insistió en la necesidad de “una nueva visión del medio ambiente y de la tierra.” Recordando el amor de San Francisco por los pobres, el Papa Francisco insistió sobre el hecho que “sin la estima, el cuidado, el amor por los pobres, por toda persona pobre, por toda persona frágil y vulnerable……, no hay Economía de Francisco”. Esto, dijo, significa no solamente trabajar para los pobres, sino también cambiar la economía. Nosotros no debemos abrazar la pobreza como lo ha hecho San Francisco, pero debemos cambiar la economía con el fin de combatir la miseria a la que las personas están confrontadas.
Finalmente, el Papa Francisco concluyó sus observaciones dando a los jóvenes tres indicaciones de recorrido para ir hacia adelante. Los invitó a mirar el mundo a través de los ojos de los más pobres; a recordar los que trabajan con sus manos y la importancia del trabajo; y a “encarnar” sus ideas en obras concretas.
“No se olviden del trabajo, no se olviden de los trabajadores. El trabajo de las manos. El trabajo es ya el desafío de nuestro tiempo, y será aún más el desafío del mañana. Sin un trabajo digno y bien remunerado, los jóvenes no se convertirán verdaderamente en adultos, las desigualdades aumentan. A veces, podemos sobrevivir sin trabajo, pero no vivimos bien. Entonces, creando bienes y servicios, no olviden crear empleos, buenos empleos y empleos para todos”.
El evento concluyó con la firma de un pacto por el Papa Francisco y miles de jóvenes del mundo entero. Este pacto marca la culminación del trabajo realizado durante los tres días del evento y responde a la invitación del Papa a los jóvenes economistas, empresarios y agentes de cambio para que se comprometan con la transformación del mundo (Haga clic aquí para ver el texto completo del Pacto).
Leizyl Salem, representante de la JOCI en la EoF, declaró “Lo que viene de Asís es un mensaje de esperanza. Con toda la miseria que hay hoy en el mundo, cuando el futuro del mundo parece sombrío a causa de la aterradora amenaza nuclear y de la crisis sanitaria y financiera, creo que nosotros, los jóvenes trabajadores y las jóvenes trabajadoras, tenemos el poder de actuar y de provocar el cambio. Nosotros, jóvenes trabajadores cristianos, estamos decididos a comprometernos creativamente por una nueva sociedad, por una sociedad diferente y más humana centrada en el ser humano y no en el dios dinero. Podemos llevar a cabo este cambio a través de la solidaridad, con la participación de todos y todas desde las bases, estando organizados y convirtiendo nuestras ideas en acción”.