“Me llamo Janrick Macinas, tengo 23 años. Trabajo como cargador en un puesto de pesca de Mercedes. Mi empleador me deposita un salario de 200 pesos (4 $US). Mi salario no es suficiente para cubrir las necesidades elementales de mi familia. Mi sueño es de continuar estudiando, pero no pude ir a la escuela, no pude terminar la escuela primaria porque debía trabajar para mi familia. En mi trabajo, estoy expuesto a un riesgo de accidente. Me deslizo regularme en el suelo mojado y estoy expuesto a infecciones y alergias cutáneas debido a ciertas materias tóxicas provenientes del pescado y del puerto. Recientemente, estuve enfermo e incapaz de efectuar trabajos pesados. Tuve miedo de fundar mi propia familia porque no sabía cómo podría cubrir sus necesidades.”
El análisis de las condiciones de trabajo de los jóvenes trabajadores en muchos países, en particular de los que trabajan en fábricas, en el sector informal, los desempleados, los estudiantes y las mujeres, muestra que continúan haciendo frente a situaciones preocupantes y peligrosas para su vida y su bienestar. La seguridad del empleo no está garantizada por las autoridades, que han puesto en práctica múltiples políticas precapitalistas, llevando a los empleadores a tratar a los trabajadores de manera arbitraria. Muchos trabajadores están privados de derechos fundamentales como el salario mínimo, muchos no se benefician de la protección social y de un seguro de salud, pueden ser despedidos en todo momento, tienen contratos de trabajo cortos, trabajan largas horas y están sometidos a un sistema de trabajo diario ocasional – tantos problemas mayores a los que están confrontados los jóvenes trabajadores hoy.
Las malas condiciones de trabajo, conjugadas con los cambios climáticos imprevisibles, tienen un impacto sobre muchos sectores del empleo. El desempleo está en aumento, los vendedores informales encuentran menos compradores a causa de la disminución del poder adquisitivo, los agricultores y pescadores ven su producción disminuir a causa del cambio climático, y el precio de venta de lo que recolectan es muy bajo. Muchos otros sectores de empleo están fuertemente afectados por políticas públicas cercanas al mundo de las finanzas, y por el cambio climático provocado por la contaminación de las fábricas, que hace que el tiempo sea difícil de predecir. Esos factores afectan la vida de los trabajadores de la agricultura, de la pesca y de otros sectores informales.
Hoy, a cerca de 100 años de existencia, la Juventud Obrera Cristiana Internacional (JOCI) se compromete a responder a las necesidades y a la realidad de los jóvenes trabajadores a través del mundo y reafirma su compromiso con un trabajo justo, la igualdad y una vida digna para todos los jóvenes trabajadores y trabajadoras promoviendo, organizando e incitando estos jóvenes a luchar por sus derechos.
Más precisamente, acabar con el trabajo precario, regulando el trabajo de todos los trabajadores/as (precarios) con el fin de protegerlos contra los despidos abusivos, la externalización forzada y la desigualdad de condiciones entre trabajadores permanentes y trabajadores temporales o precarios. Queremos un trabajo que permita la libertad de asociación. Queremos que los gobiernos y todos los empleadores garanticen un trabajo permanente respetando los derechos de todos los trabajadores y haciendo aplicar la ley.
Queremos tener acceso a un sistema de protección social y que sea mejorado. Es necesario crear empleos y proporcionar subsidios de desempleo a los jóvenes desempleados. El reconocimiento del sector informal es un paso hacia adelante hacia una mejor protección y los gobiernos deben elaborar políticas para el sector informal basadas en las aspiraciones de los trabajadores de la economía informal.
Queremos la igualdad en materia de derechos, de participación y de oportunidades para todos y todas. Queremos terminar con la discriminación en todas sus formas, incluido los lugares de trabajo.
¡Seamos el cambio del que los jóvenes tienen necesidad para el futuro, salgamos a la calle, expresemos todas nuestras reivindicaciones y nuestros deseos, defendamos los derechos fundamentales de cada uno, hagamos un llamado a la unidad y a la resistencia contra los inversionistas y los gobiernos que no están del lado de los trabajadores y de los pobres!
¡Trabajo, justicia e igualdad para una vida digna!