“Es mi segunda vida. Pasé más de 24 horas, un día y una noche, flotando en pleno mar en marzo de 2020. Tuve la suerte de ser descubierto a lo largo de la rivera de una localidad próxima. Agradezco a Dios por esta segunda vida.” - Jesús Aguilar, joven pescador
Errol Samarista, coordinador de la JOCI en Asia Pacífico, es una de las personas recurso que participó en el webinar “La seguridad y la salud son un derecho fundamental en el trabajo” organizado por INSPIR!R Asia (International Network for Social Protection Rights) y la ACV-CSC Internacional, el lunes 25 y el martes 26 de octubre 2021.
Todos-as los trabajadores-as, hombres y mujeres, cualquiera que sea su tipo de empleo, formal o informal, tienen derecho a un espacio de trabajo seguro y sano, incluidos cuidados de salud de calidad y asequibles y una protección social. Es necesario declarar que la seguridad y la salud son un derecho fundamental en el trabajo, significa que los gobiernos deben respetarlo, promoverlo, inscribirlo en la ley y hacerlo cumplir, controlando su aplicación de buena fe.
En su presentación, Errol insistió sobre la realidad de los pescadores artesanales que viven con ingresos irregulares y poco seguros, sin seguridad, sin protección sanitaria y sin sistema de seguridad social como Philhealth o Pag-Ibig. Los pescadores reciben un apoyo mínimo de parte del gobierno: reciben un ingreso máximo de 20 $US si capturan muchos pescados.
De ese ingreso serán reducidos los costos operacionales y el ingreso restante será dividido 50-50 entre la agencia financiera (para reembolsar la deuda) y los trabajadores. El monto restante será dividido entre los trabajadores.
Errol explicó que la mayoría de los pescadores no se benefician de la seguridad en el trabajo. Accidentes de trabajo se producen de vez en cuando, y van desde cortes en los dedos hasta la amputación de una pierna, problemas de audición, una visión borrosa e inclusive la muerte. Entre otros problemas a los que están confrontados los pescadores, citamos la falta de acceso a alimentos nutritivos, al agua potable y a instalaciones sanitarias adecuadas.
“Los pescadores también están expuestos a diversas enfermedades, pueden fácilmente atrapar la gripa, tener fiebre, una gastro-enteritis, un tránsito intestinal irregular, una hepatitis A, rasquiñas, fatiga física, entre otros problemas”, declaró Errol.
A causa de esas condiciones extremadamente deplorables, Errol exhortó el gobierno de Filipinas a asegurar que las reglamentaciones en materia de seguridad y de salud en el trabajo sean estrictamente aplicadas en todos los lugares de trabajo.
“Es importante y urgente que todos los pescadores se beneficien de una protección social adecuada”, subrayó Errol para concluir su presentación.