Después de cinco años durante los cuales el movimiento ha estado confrontado a dificultades, el 34° Consejo nacional de la JOC de Filipinas fue finalmente organizado del 30 de abril al 08 de mayo de 2018 en Taytay, Rizal. Delegados de cinco regiones – Cebu, Negros Occidental, IloIlo, Metro Manila y Camarines Norte – participaron, representando sus regiones y compartiendo sus realidades. El tema era “Kilos Kabataang Manggagawa para su Dignidad at Karapatan” (Jóvenes trabajadores, defiendan su dignidad y sus derechos). En el marco de su tarea de educación, el movimiento piensa que como actor de cambio, la acción que desarrolla debe ser el punto de partida para transformar las realidades de los jóvenes trabajadores y la sociedad.
Uno de los puntos fuertes del programa del Consejo nacional fue el intercambio de responsables que ofrecía a los delegados una inmersión en Valenzuela en diferentes sectores de trabajo: un primer grupo visitó los trabajadores por contrato de Malanday, un segundo grupo encontró el grupo de base de los chóferes de bicitaxi de Lawang Bato, y él último descubrió la realidad de un grupo mixto de jóvenes en Vista Verde.
Ver y sentir la realidad local de los jóvenes trabajadores
El objetivo del programa era que los delegados vean y sientan la realidad de los jóvenes trabajadores de la región viviendo con ellos al menos 1 día y aprendiendo a partir de sus experiencias. Cada delegado tuvo también que hablar de su realidad y de su experiencia en su región, de manera a profundizar el análisis y a encontrar puntos comunes, que servirían de base durante el consejo nacional para desarrollar acciones con el objetivo de hacer frente a los problemas que afectan la vida de los jóvenes trabajadores.
En el transcurso de los intercambios, los delegados visitaron los lugares de trabajo y encontraron las familias de los jóvenes. Cada delegado de grupo de bicitaxis acompañó a un chófer y su pasajero hasta el destino final y participó en una reunión de la asociación para ver cómo trabajan juntos y cómo resuelven los problemas como el acoso político del que fueron víctimas el mes anterior al intercambio. Cuando el grupo se reunió con el presidente de la asociación, comprendió que el apoyo de la JOC de Filipinas era necesario a nivel de la educación política y del fortalecimiento de las capacidades, especialmente para una buena gestión de la asociación.
El grupo de trabajadores por contrato se centró sobre el impacto del sistema de contratación y sobre el problema de los bajos salarios que reciben en la fábrica y que no son suficientes para responder a las necesidades cotidianas de sus familias. Sus salarios son inferiores al salario mínimo decidido por el Ministerio de trabajo y de empleo (DOLE).
Los delegados que visitaron el grupo de Vista Verde colocaron el acento de la discusión sobre el impacto del programa de educación K12 iniciado por el gobierno. En grandes líneas, K12 prevé el equivalente de 2 años suplementarios de escuela secundaria en lugar de 2 años de enseñanza superior. En otros términos, los estudiantes se quedarán en la escuela secundaria para completar su ciclo preparatorio para la enseñanza superior. Los estudiantes trabajadores miembros del grupo estiman que lo que hará el programa K12 es aumentar los gastos que los padres no podrán pagar. También piensan que será más pesado a asumir por los estudiantes, porque, aunque no haya gastos de matrícula, los proyectos escolares, los uniformes, los gastos de transporte hasta la escuela son muy costosos. Frente a esta realidad, la mayoría han decidido salirse de la escuela y buscar un empleo, para poder ayudar a sus familias a suplir sus necesidades. Estiman que es necesario acabar con este programa. El gobierno debe primero resolver, entre otras, la falta de edificios escolares como también el número de sillas y de profesores. Reclaman un debate más amplio al respecto.
El intercambio fue una experiencia fantástica para los delegados, como también para los grupos que los acogieron. Una actividad de solidaridad organizada durante la inmersión fue convenida después de haber escuchado las realidades vividas. Fue la ocasión de conocerse mejor y de crear verdaderas relaciones de amistad entre ellos.
Participación a la movilización del Primero de Mayo
El programa de intercambio se terminó con una participación en la celebración del Primero de Mayo y con la apertura publica del 34° Consejo nacional de la JOC Filipinas. Durante todo el consejo, los delegados hicieron la relación entre los problemas descubiertos durante las visitas y comprendieron mejor el por qué y el cómo de lo que pasa en la sociedad a nivel de los derechos de los trabajadores y de los derechos humanos.
La JOC de Filipinas participó en la movilización del Primero de Mayo que se inició a Liwasang Bonifacio hasta Mendiola, cerca del palacio de Malacanang donde los trabajadores denunciaron los problemas que les afectan. Los delegados prepararon pancartas sobre las que estaba escrito “Un salario mínimo nacional de 750 pesos filipinos”, “Abolición del sistema de contractualización” y “Protección social para todos”. Los trabajadores también recordaron al presidente Duarte sus promesas de abolir el sistema de contractualización en el país y de instaurar un salario mínimo nacional, promesa que le aportó un gran apoyo de la clase trabajadora durante las elecciones presidenciales donde fue elegido.
Delegados motivados que comprenden la misión de la JOC
Estimamos que, gracias a su participación en el Consejo nacional, los delegados perciben claramente la misión de la JOC Filipinas, su trabajo de promoción y sus campañas para los jóvenes trabajadores. Aprendimos mucho y el compartir de nuestro proceso de acción, de nuestra situación en el trabajo, de nuestra vida y de nuestra cultura nos motivó mucho.
El 34° Consejo nacional se desarrolló del 2 al 8 de mayo en la CICM Sun Flower House de Taytay, Rizal. 34 delegados de cinco regiones, y también el secretariado del equipo nacional, la JOCI-ASPAC y algunos colaboradores participaron. Durante los 7 días de discusión abordamos los problemas que afectan a los jóvenes trabajadores en su vida cotidiana, que les impiden vivir sus sueños y sus aspiraciones. Esos problemas habían sido constatados en el programa de intercambio realizado antes del consejo.
Jóvenes trabajadores aún más vulnerables hoy
Confrontados al trabajo precario, a la migración, al sistema educativo distorsionado, al no respeto de los derechos sociales y humanos, la mayoría de los jóvenes trabajadores son aún más vulnerables hoy. En el transcurso de los últimos cinco años de lucha, la acción del movimiento encaminada a organizar a los jóvenes trabajadores no ha tenido un enorme impacto porque el sistema ha empeorado bastante. El sistema de contractualización, especialmente, se ha generalizado, forzando los jóvenes trabajadores a migrar para buscar un mejor empleo. La evaluación de la realidad de los jóvenes trabajadores en Filipinas puso de relieve la vulnerabilidad de los jóvenes trabajadores, la discriminación basada en el género y la edad, la ausencia de empleos fijos, el trabajo precario, el acoso en el trabajo, la legalización del trabajo flexible (contractual) que es un ataque contra los derechos sociales de los trabajadores, la migración local de los jóvenes trabajadores porque el gobierno no hace aplicar el salario mínimo nacional, las discriminaciones contra las trabajadoras en la industria y sus condiciones que no paran de deteriorarse (bajos salarios, lugares de trabajo inseguros, trabajo precario, violencia y empleo flexible), el costo de vida más elevado mientras que los ingresos son bajos, el trabajo de los niños en las zonas mineras, la tasa de desempleo más elevada a causa de la crisis del empleo y el impacto del sistema de contractualización. En las zonas agrícolas, los jóvenes trabajadores no son propietarios de las tierras que cultivan. Los ingresos no son suficientes para responder a las necesidades cotidianas de la familia o para tener acceso a la educación.
Todas esas realidades afectan mucho a la juventud trabajadora. Las leyes laborales y los instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos, que deberían proteger los derechos económicos y la dignidad de los trabajadores, son violados permanentemente porque existe una colusión entre el gobierno y el gran capital.
Pistas de trabajo para los próximos tres años
Frente a todas esas realidades, los delegados del 34° Consejo nacional de la JOC Filipinas se acordaron en pistas de trabajo para los próximos tres años: terminar con el sistema de contractualización y defender el derecho a la dignidad, a la seguridad del empleo, a un salario decente y a las ventajas sociales, a la libertad de asociación, a la libertad de organizar los trabajadores informales y contractuales, a la protección social para todos los trabajadores y a una educación gratuita y de calidad para todos y todas.
Como actores de cambio, los jóvenes trabajadores jamás abandonaran. Al contrario, se muestran más vehementes, más determinados y más comprometidos que nunca, dando al mundo la esperanza de que aún haya tiempo para mejorar la realidad, que aún haya amor para compartir. Los jóvenes trabajadores, como hijos de Dios, son portadores de un amor incondicional y su fe puede mover montañas. El movimiento realiza su misión y su tarea de educación junto a cada joven trabajador de Filipinas, haciéndoles comprender que “la explotación del hombre por el hombre no debe existir y que una sociedad donde reina el amor, la paz, la justicia y la prosperidad es posible para todos”.
Nuevos responsables nacionales, motores de cambio
Durante el consejo, un nuevo equipo nacional fue elegido. Los nuevos miembros son Marvin Rubio para Metro Manila, Arjay Santiago para Camarines Norte, Jackie May Antillon para IloIlo, Renato Dela Pena para Cebu y Madelyn Magdail para Negros. El Secretariado del Equipo Nacional está integrado por Joan Letada, tesorero nacional, y John Brian Gerónimo, presidente nacional.
Estos nuevos responsables de la JOC Filipinas se comprometieron a ser los motores de cambio del movimiento para los próximos tres años, de 2018 a 2021. Estamos convencidos que ellos continuarán la misión de Cristo dentro de nuestro movimiento y que, con la metodología de la JOC, tendrán un impacto sobre la vida de la juventud trabajadora de Filipinas. Guiados por las palabras de nuestro fundador “Un joven trabajador vale más que todo el oro del mundo”, se comprometieron a desarrollar sus capacidades y a servir a los jóvenes trabajadores gracias a la educación por la acción. Les pedimos apoyarlos en ese nuevo capítulo de su vida y en su rol de organizadores del trabajo de promoción y de campañas del movimiento.
Quisiéramos agradecer profundamente a todas las personas que nos ayudaron a realizar este evento. Sin su apoyo incondicional, nuestro consejo nacional no hubiera sido tal éxito. ¡Que Dios los bendiga!