Recientemente, Basma Louis del Secretariado internacional visitó la JOC de Filipinas en el marco de la preparación de nuestro próximo Consejo internacional previsto en Filipinas en 2026. En el transcurso de esta visita, pudo conocer mejor las acciones desarrolladas por los grupos de base, ver la realidad de los jóvenes allá, en particular la de los estudiantes filipinos que trabajan, en varias regiones donde la JOC desarrolla las acciones.
Princesse: “Tengo 21 años y vengo de la ciudad de Basi. Comencé a trabajar en un centro de llamadas telefónicas hace tres meses y pare mis estudios. Trabajo 8 horas por día y tengo una hora de pausa para comer. Estoy en el equipo de la noche, trabajo entonces de 10 de la noche a 7 de la mañana. No tengo un trabajo duro a realizar durante la noche, entonces no es difícil para mí. Recibo cerca de 100 pesos por hora de trabajo en el call center. Tengo previsto trabajar hasta el año próximo y en 2025 terminaré de trabajar y retomaré mis estudios. Recibimos indemnizaciones por las horas extras y para los cuidados de salud, pero no tenemos seguridad social. Esta empresa contrata a menudo a jóvenes estudiantes para poder pagarles un salario más bajo.”
Este caso no es solamente el de Princesse, es la realidad de la mayoría de los estudiantes y no solamente en la región de Ilo Ilo. En efecto, se trata de un problema nacional para los jóvenes. La mayoría de ellos tienen dificultades para continuar sus estudios por su situación económica.
En Filipinas, los jóvenes están obligados a trabajar para obtener un diploma superior o un diploma universitario, porque sale muy caro. La educación es gratuita solamente hasta la educación secundaria y en ciertas regiones como Negros, Camarines Norte y otras, los jóvenes viven lejos de la escuela pública. Tardan horas en llegar a la escuela, lo que hace que muchos niños y jóvenes no tengan otra opción que abandonar la escuela y ayudar a su familia en la agricultura, la venta de pescado u otras actividades informales para ganar dinero.
John “ICE”: “Tengo 22 años, soy estudiante de ciencias y tecnología en Ilo Ilo. Soy un estudiante que trabaja a tiempo parcial en varios campos, como la construcción y la hostelería. Trabajé durante 8 años como lavaplatos y ayudante de cocina, pero ahora me concentro en mis estudios. Empecé a trabajar a los 14 años. Mi trabajo no era difícil, pero debía levantarme muy temprano para ir a trabajar. Empezaba a trabajar a las 4 de la mañana y terminaba a mediodía para luego poder ir a la escuela. Mi salario era de 100 pesos al día y se mantuvo igual durante los 8 años que trabajé como lavaplatos. Nunca me lo aumentaron y nunca pedí más. Trabajaba 6 días a la semana y tenía solamente el domingo como día de descanso.”
La JOC de Filipinas organiza estos jóvenes estudiantes trabajadores en la región de Ilo Ilo. Se reúnen a menudo en la casa de los miembros para reflexionar sobre su vida y su situación, lo que les ha permitido identificar ciertos problemas. Los estudiantes trabajadores sufren estrés y depresión a causa de la pandemia. Muchas jóvenes se enfrentan a embarazos precoces. Los jóvenes estudiantes trabajadores reciben salarios más bajos que los trabajadores regulares, están confrontados al costo elevado de los transportes públicos, a problemas técnicos para estudiar en línea porque el internet es lento y esto les afecta. Les resulta difícil solicitar trabajo por los muchos requisitos que se exigen y carecen de recursos financieros para pagar la matrícula y seguir estudiando.
Con la JOC de Filipinas, los estudiantes trabajadores definieron reivindicaciones claras para responder a su realidad: precios justos, horarios de trabajo flexibles para los estudiantes trabajadores, un reparto justo de los ingresos (trabajadores y los propietarios), ingresos de subsistencia alternativos, igualdad de trato entre los estudiantes trabajadores y los trabajadores regulares, becas para los estudiantes trabajadores.
Queda mucho camino por recorrer para que estas reivindicaciones se hagan realidad, pero con la motivación que caracteriza a los jóvenes de la JOC de Filipinas, seguirán actuando para mejorar sus condiciones de vida.