"Hace un año dejé a mi bebé y emigré a Brasil. Dejé mi país, Venezuela, porque dependía del trabajo jornalero para sobrevivir. Cuando crucé la frontera, no me quedaba dinero y tuve que vender plátanos en la calle durante unos meses. Hice lo que pude para comer y sobrevivir. Por desgracia, los que se aprovechaban de mí también eran venezolanos, que me hacían trabajar muchas horas, me pagaban muy poco y tardaban mucho tiempo en pagarme. Hoy confío más en los brasileños que en mis compatriotas. Fue muy difícil acostumbrarme a un nuevo idioma. Creo que los gobiernos deberían promover servicios de información sobre trabajo y estudio para los emigrantes, para facilitarles la adaptación al cambio de lengua y cultura". - Alberto, venezolano, 21 años.
Últimos artículos
- La migración no es un delito: Exijamos derechos que no conocen fronteras 16 Diciembre 2024
- Reunión del equipo regional ampliado de la JOCA: Afrontar los retos y reforzar los planes de acción 09 Diciembre 2024
- Intercambio de realidades y acciones: Fortaleciendo la solidaridad y empoderando a los/as jóvenes en la JOC Ecuador 05 Diciembre 2024
- Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: Transformar actitudes, defender nuestra libertad y vivir sin miedo 25 Noviembre 2024
- “Estudiar mientras trabajas”: La realidad de los estudiantes que trabajan para aprender 21 Noviembre 2024
- Colombia : Camino hacia el Centenario de la JOC 15 Noviembre 2024