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JOC Perú, 85 años de vida y acción
La JOC Peruana tiene un compromiso con la acción desde la formación para jóvenes durante 85 años y es reflejado en la vida y acción e historia de todo un movimiento nacional. En el Perú el 15 de mayo del 2021 la JOC cumple 86 años y ahora nos encontramos con desafíos grandes tal igual que los inicios de la JOC en Lima en el año 1935 y las 8 décadas de organización en varias regiones del territorio nacional. La pandemia COVID-19 ha afectado principalmente el empleo de los jóvenes y en ese sentido las comunidades de la JOC están buscando formas de repensar el trabajo, pero también de generar empleos más dignos y uno de ellos tiene que ver con el fortalecimiento de la organización y la comunidad.
Hoy, 25 de noviembre, Día internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres, nosotros, la Juventud Obrera Cristiana Internacional, queremos destacar los problemas a los que están confrontadas las mujeres en todo el mundo – acoso, violencia, discriminación, feminicidio – y queremos que estas jóvenes mujeres sepan que su grito ha sido oído.
“Mi patrón quería que yo estuviera sola con él todo el tiempo para poderme besar a la fuerza. Era muy agresivo. Se volvió muy difícil decirle que no. No decía nada porque no tenía opción, tenía necesidad de ese trabajo. Terminó despidiéndome porque me resistía. Ese día, volví a casa llorando porque me di cuenta de que estaba de nuevo desempleada.”- Gabón
En el transcurso de los últimos decenios, la humanidad ha tomado medidas para eliminar la violencia frente a las mujeres, pero en un año solamente, todas esas medidas han sido eliminadas y la humanidad ha dado cientos de pasos atrás.
«Me llamo Ganis Rengganis, tengo 28 años, estoy casado y tengo un hijo. Trabajo desde hace 6 años en una imprenta en la zona de Solokan Jeruk en Bandug en Indonesia. Cada día, trabajo de 8h a 17h. Gano 1.500.000 rupias por mes, es decir 100 USD. No tengo seguro social ni otros derechos que debería tener. Si alguien está enfermo en mi familia, debo pagar yo mismo todos los gastos medicales porque mi empresa no ha suscrito un seguro de salud para mí y mi familia.
Tampoco tengo la seguridad social y otros derechos que debería tener. Es evidente, que ese salario no es suficiente para responder a mis necesidades y a las de mi familia, además que tengo un hijo de 2 años.
Estoy obligado a trabajar en esta empresa por un salario inferior al salario mínimo porque en nuestra región, es muy difícil de encontrar un empleo, sobre todo para los hombres. Si hay empleos en mejores empresas, debemos pagar mucho dinero para obtener trabajo en una gran empresa.
Si protestamos ante nuestros empleadores, no dudan en reprimir los trabajadores y en amenazarlos con despedirlos. La mayoría de los trabajadores tienen miedo de la actitud de los empleadores porque tienen miedo de perder sus empleos. No tenemos entonces opción, seguimos las órdenes del empleador, cuando trabajamos bajo presión con un sentimiento de malestar.
Un día como hoy, 25 de agosto de 1957, la J.O.C. internacional organizó en Roma una Concentración Mundial con más de 30.000 jóvenes trabajadores y trabajadoras, delegados por sus compañeros de trabajo de 87 países y territorios, provenientes de todos los continentes. Desde 1925 el movimiento JOC venia evolucionando en los varios rincones del mundo. Después de muchas acciones, encuentros internacionales entre otros, es en el año de 1957 que se celebra en Roma el nacimiento oficial de la JOCI.
Esta concentración tuvo por objeto hacer conocer las necesidades de los jóvenes trabajadores de todos los países a todo el mundo y dar un testimonio público de lo central de promover la concientización y educación de jóvenes a través de un movimiento de, entre, por y para los jóvenes trabajadores.
Todos los delegados presentes se comprometieron solemnemente a ponerse al servicio de todos sus camaradas de trabajo, para, como muchas veces dijo Cardijn, “obtener juntos la felicidad temporal y la salvación eterna de la juventud trabajadora del mundo”. Aprovechando la concentración, los delegados se reunieron según los diferentes continentes, en Congresos regionales, para precisar los problemas comunes a ciertos grupos de países y proponer unas soluciones más adaptadas.
“Hola. Mi nombre es Ana, actualmente me encuentro en Lima con 25 años, natural de Apurímac. Empecé a trabajar en la temprana edad de 8 años en casa de una familia de un abogado, en la cual me permitieron estudiar, pero con deberes que cumplir en la casa. A los 14 años empecé a trabajar en casa a tiempo completo para una señora de 84 y su hijo en la cual tenía deberes de lavar la ropa, cocinar, limpiar la casa, realizar las compras, ayudar a la señora en algunas cosas durante dos años. Esta familia me permitió continuar con mis estudios en el turno de noche pero al mismo tiempo siempre me decía: “no sirves para nada” cuando me quise salir de esta casa me amenazaron “si te vas te denuncio a la policía”, por un tiempo me asustaron y me quede un tiempo más por miedo, algunas veces que cometía errores o les contestaba me jalaban del cabello de hombro o simplemente me empujaban, me pagaban 80 soles mensuales y con tiempo me aumentaron y conseguí ganar hasta 200.00 soles. No me daban el C.T.S, gratificaciones, vacaciones, algunos domingos no me dejaban salir.”
Hoy una necesidad aparece más importante que nunca:
una protección social para todos y todas con el fin de garantizar una vida y un trabajo dignos
Hoy, celebramos el 134° aniversario de la Jornada internacional de la clase obrera. Lo conmemoramos manifestando o encontrándonos en línea en lugar de desfilar juntos en la calle. Esto muestra una vez más la situación que vivimos cotidianamente: toda nuestra vida y todas las sociedades están impactadas por la pandemia mundial del Covid-19. ¿Cómo los jóvenes trabajadores atraviesan esta crisis? Aquí hay algunos testimonios
«Saludos a todos mis camaradas trabajadores! Mi marido y yo estamos ahora sin trabajo y sin salario. Mi contrato en una fábrica de alimentación acaba de terminarse el 29 de febrero. A mi marido le solicitaron que no fuera al trabajo debido al confinamiento impuesto en razón del Covid-19. Se suponía que yo retomaría mi trabajo en la fábrica, pero esto ha sido postergado a causa del cierre. Debemos esperar el final de la pandemia. Esta situación es difícil porque no podemos trabajar y entonces, no podemos comprar comida. Hay distribuciones de ayuda alimentaria, pero esto no es suficiente para nuestras necesidades cotidianas. Realmente necesitamos dinero, pero evidentemente tuvimos que decidirnos a quedarnos en la casa. Lo más duro, es ver a nuestros hijos con hambre. Esto incluye los adultos, estamos listos a sacrificarnos, pero es muy triste que los niños tengan que vivir esto» - Filipinas
"TRABAJANDO POR UN FUTURO PROMETEDOR"
Estimado Director General, distinguidos delegados, gracias por darnos la palabra.
Agradecemos y felicitamos a la Comisión por este documento tan interesante. En efecto, es crucial debatir el futuro del trabajo en este año del centenario. Dicho futuro no es lejano: las nuevas formas de trabajo y los retos del mañana ya están aquí, y nosotros, los jóvenes trabajadores, somos los primeros en experimentarlos. Sólo un ejemplo de la realidad actual de los jóvenes trabajadores:
"Mi nombre es Ana, vivo en Nicaragua. Tengo un título universitario. Ahora he estado trabajando desde casa durante 4 años para una empresa de aduanas con sede en los Estados Unidos. Mi horario de trabajo es de 8 horas diarias y el único contacto con mis compañeros de trabajo es por correo electrónico o por teléfono.
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