“De la crisis a la conversión” - 11 movimientos internacionales inspirados por Cardijn hacen un llamado a utilizar la crisis por un cambio holístico

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Los Movimientos Internacionales de Acción Católica Especializada (MIACS) representan a más de 500 movimientos en el mundo con una gran diversidad de países y de medios. Un año de intercambio acerca de las incidencias del Covid sobre sus miembros respectivos ha llevado a la convicción común de que un “sistema que no llega a resolver problemas […] debe cambiar”.  La pandemia agrava brutalmente los problemas preexistentes como el desempleo, las desigualdades entre géneros, entre ricos y pobres al interior y entre países, como lo demuestran los diversos estudios realizados por el MIDADE, la FIMARC y la JOCI.

La dignidad humana se ve amenazada por esas desigualdades y, como lo señala la declaración, por “el rechazo del otro por el nacionalismo,el racismo o la indiferencia, la concentración en el interés personal o el deseo sin límites de riqueza o poder, el engaño en la información, la simplificación del ser humano convertido en ser productor o consumidor”. Conversiones tanto personales como estructurales son necesarias: esta es la conclusión de los MIACS. Estos últimos contribuyen a esas conversiones por sus acciones de solidaridad, de educación y de apoyo. “Es importante para nosotros mostrar que no nos contentamos con reivindicar sino que nos comprometemos activamente en diferentes actividades en todo el mundo”, explica Philipe Ledouble, secretario general de ICMICA Pax Romana y uno de los principales autores de la declaración. “Todos, incluidas las estructuras gubernamentales, deben servir al bien común, la solidaridad y la justicia con el fin de garantizar una vida digna para todos y todas.”

Concretamente, los MIACS aspiran a un trabajo digno, a una alimentación y una vivienda para todos, como también una protección social fuerte. Debe ser posible comprometerse en la agricultura y la pesca respetando el planeta, mientras que las fronteras planetarias sean respetadas por todos.  En el mismo orden de ideas, cada uno debe contribuir al bien común en función de sus propias capacidades financieras, de ahí la creciente demanda de una fiscalidad más fuerte para los gigantes de la digitalización.

Para descargar la declaración haga clic aquí

 

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