Ginebra, junio de 2025 — Durante la 113.ª Sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), la Juventud Obrera Cristiana Internacional (JOCI) llevó al primer plano de la escena mundial las realidades vividas por los jóvenes trabajadores informales. El movimiento participó tanto en las sesiones plenarias como en el grupo de trabajadores de la Comisión sobre “Enfoques innovadores para abordar la informalidad y promover la transición a la formalidad en pro del trabajo decente”.
Una voz desde la base: La declaración en plenaria
La declaración de la JOCI leída en plenaria por Rony Robinashya, coordinador regional de la JOCI para Asia-Pacífico (ASPAC), recogía, entre otros, el testimonio concreto de Abel Leonardo Luque Vilca, un joven trabajador peruano:
“En 2023, trabajaba en una clínica veterinaria de las 8 de la mañana a las 10 de la noche, por un salario de sólo 20 soles al día, y 15 si llegaba tarde. No tenía contrato. Nunca se respetaba el horario oficial ni las condiciones de trabajo”. — Abel Leonardo Luque Vilca, Perú
Este testimonio no es un caso aislado. Refleja la realidad cotidiana de millones de jóvenes trabajadores atrapados en la informalidad: sin contrato, sin ingresos estables, sin protección social y sin derecho a voz.
“Se trata de una injusticia sistémica”, subrayó Robinashya en su declaración. “Y esto debe dejar de ser así.”
Propuestas de soluciones sostenibles formuladas por los jóvenes
La JOCI aprovechó este foro para presentar propuestas claras y concretas destinadas a abordar las causas estructurales de la informalidad y empoderar a los jóvenes: seguridad en el empleo y salarios justos para todos los trabajadores; acceso universal a una protección social completa, en particular a los servicios de salud, la jubilación, la ayuda a la educación y la vivienda; presupuestos públicos destinados a la defensa de los derechos fundamentales de los trabajadores informales; inversiones en la economía social y solidaria como puente hacia un trabajo digno y sostenible; un compromiso inmediato para actuar, porque la justicia diferida es justicia denegada.
“No podemos dejar a millones de jóvenes al margen”, declaró Robinashya. “Exigimos justicia ahora, no mañana.”
Grupo de Trabajadores de la Comisión: La perspectiva de un joven de Perú
La JOCI también contribuyó activamente al Grupo de Trabajadores de la Comisión, donde Abel Leonardo Luque Vilca presentó recomendaciones políticas concretas basadas en su propia experiencia como joven trabajador peruano:
“No debemos olvidar a los jóvenes que a menudo terminan sus estudios profesionales sin encontrar trabajo. Como peruano y joven, creo que la OIT debería promover políticas destinadas a mejorar la enseñanza técnica, haciendo hincapié en la empleabilidad; facilitar la creación de pequeñas empresas por parte de los jóvenes reduciendo los trámites administrativos y facilitando el acceso al microcrédito, mediante el diálogo con las autoridades de cada país, incluso con los bancos internacionales; y lanzar campañas de información sobre los derechos laborales y las ventajas del empleo formal.”
Un llamamiento mundial lanzado por el movimiento de jóvenes
La participación coordinada de la JOCI a lo largo de las sesiones fue un claro recordatorio para los líderes mundiales de que los jóvenes no son sólo víctimas de la informalidad, sino también agentes activos del cambio.
Desde las comunidades locales hasta los foros internacionales, los jóvenes trabajadores se organizan, defienden sus derechos y reclaman un mundo laboral basado en la justicia, la dignidad y un empleo decente para todos.
Principales resultados de la resolución de la CIT 2025
La resolución de la OIT sobre “Enfoques innovadores para abordar la informalidad y promover la transición a la formalidad en pro del trabajo decente”, adoptada en la 113.ª reunión, incluye varios compromisos clave relacionados con las propuestas e intervenciones presentadas por la JOCI: reafirmación de la Recomendación 204 como marco mundial para luchar contra la informalidad; reconocimiento de que los jóvenes se encuentran entre los grupos más expuestos al riesgo de quedar atrapados en el trabajo informal; compromiso a elaborar estrategias nacionales integradas, acompañadas de un diálogo social fuerte, para prevenir la informalización y promover la transición hacia el trabajo formal; énfasis en la inversión en la educación, el desarrollo de competencias y la formación en relación con las necesidades del mercado laboral, en particular para los jóvenes; promoción de la simplificación de los procedimientos administrativos, el acceso a la financiación y el apoyo a la economía social y solidaria como vías de acceso al empleo formal; llamamiento a la creación de mecanismos de financiación sostenibles para garantizar una transición inclusiva y productiva hacia la economía formal.