Comunicado sobre los hechos vividos en Colombia

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Desde el 28 de abril de 2021, el mundo ha sido testigo de un nuevo estallido social en la hermana República de Colombia, hemos visto y escuchado el clamor de jóvenes, mujeres, trabajadores/as, campesinos/as e indígenas movilizados en todo el país. También hemos observado una acción desmedida de violencia, brutal y criminal de parte de los cuerpos militares y policiales como el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) en contra de la población que protesta en las calles, nuestro acceso a estas noticias es poca o quizás nula, sin embargo, las causas de esto, es de lo que menos se conoce.

Colombia es uno de los países de América Latina y el caribe que ha tenido una larga continuidad de gobiernos neoliberales, los que desde hace varias décadas han implementado una serie de reformas, y legislaciones antipopulares en las áreas de la salud, educación, seguridad social y trabajo, amparados en un robusto sistema militar y policial preparado para el contexto de guerra que vive el país, y en el marco de una constante violación estatal de los tratados de paz.

El último intento del gobierno para aprobar una reforma tributaria, el cinismo de la ultraderecha representada por uno de los personajes más deplorables de la historia de América: Álvaro Uribe Vélez y su títere Iván Duque; actual presidente de la República, quienes, al imponer sus medidas neoliberales, han desencadenado una rebelión popular de masas, poniendo de manifiesto la crisis estructural que vive el país y el fracaso de este modelo en el continente. La respuesta del gobierno ante esta muestra contundente de desacuerdo de las mayorías, ha sido más que lamentable, represión armada, violación de los derechos humanos de manifestantes, desapariciones de líderes sociales, violaciones sexuales y desarrollo de verdaderas masacres urbanas en diferentes puntos del país.

Desde la Juventud Obrera Cristiana (JOC) de América e Internacional y la Red Latinoamericana por el Derecho a la Protección Social (Inspir) queremos manifestar nuestro apoyo irrestricto al conjunto del pueblo colombiano, a sus movimientos sociales, y organizaciones políticas que valientemente demuestran su descontento en jornadas de movilización permanente, elevando también sus reivindicaciones por la transformación del país. Creemos que la solidaridad y la unidad de todos los sectores sociales que coinciden en este momento es vital para profundizar los efectos del paro nacional. Frente a ello, declaramos:

  1. Los/as jóvenes trabajadores/as, quienes son uno de los principales sujetos de las manifestaciones populares en Colombia, son también las principales víctimas de estas reformas, ellos y ellas merecen un futuro de oportunidades, con trabajo digno, posibilidades de pensionarse, acceso a una educación de calidad, derechos que el estado colombiano permanentemente les ha negado.
  2. El pueblo colombiano hasta ahora ha conquistado 2 importantes victorias, logrando detener la aprobación de la reforma tributaria y la renuncia de uno de los ministros artífices de esta reforma, sin embargo, en las calles retumba un nuevo clamor; la lucha no ha terminado.
  3. El Estado Colombiano ha desarrollado una política de violencia y terror para someter al pueblo y la iniciativa del paro nacional, creemos desde la JOC, que esta actitud antidemocrática, representada paradójicamente por aquellos sectores políticos articulados a partir del partido “Centro Democrático” no es más que un intento dictatorial y represivo de callar las voces de los sectores sociales más vulnerables y empobrecidos del país.
  4. La táctica de infiltrar policías armados entre los y las manifestantes para generar violencia y asesinatos, no es más que un esfuerzo desesperado del Estado por estigmatizar de “vándalos” a los y las manifestantes, criminalizando así la protesta.
  5. La progresiva censura a la que son sometidos los y las manifestantes por la totalidad de los medios de comunicación tradicionales y redes sociales es inmensa. La ultraderecha colombiana no quiere dejar ningún cabo suelto y se vale de los medios para ello.
  6. La paz del país solo se retomará si existe un cese al terrorismo de Estado, si existiese una voluntad del gobierno de sostener el diálogo con los sectores sociales, en la derogación de las leyes antipopulares y en la renuncia del actual presidente.

A la opinión pública y sectores organizados de la población mundial, solicitamos:

  1. Difundir extensivamente las imágenes, declaraciones, denuncias, actividades y demás expresiones del Paro Nacional Colombiano por las redes sociales y medios de comunicación alternativos.
  2. Desarrollar y multiplicar las manifestaciones de apoyo al pueblo colombiano en las embajadas y consulados en todos los países del mundo.
  3. Amplificar y difundir los rostros de los y las verdaderos/as responsables de la matanza y represión del pueblo colombiano.

A las instituciones internacionales, exigimos:

  1. Una vigilancia eficaz y eficiente de lo que pasa en Colombia y envío de observadores/as que puedan constatar la situación y activar mecanismos de protección de la población colombiana.
  2. Tramitar las denuncias sobre violación de derechos humanos que presenta el pueblo colombiano.
  3. Ejercer presión política al gobierno colombiano, para que pare la represión y opte por el diálogo y la protección inmediata de las principales reivindicaciones populares.

 

¡¡¡Cárcel para los corruptos!!!

¡¡¡Cárcel para los autores materiales e intelectuales de los asesinatos y la violencia!!!

¡¡¡Renuncia del presidente de la República colombiana Iván Duque!!!

 

Juventud Obrera Cristiana de América

Juventud Obrera Cristiana Internacional

Red Latinoamericana por el Derecho a la Protección Social INSPIR

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