La migración no es un delito: Exijamos derechos que no conocen fronteras

"Hace un año dejé a mi bebé y emigré a Brasil. Dejé mi país, Venezuela, porque dependía del trabajo jornalero para sobrevivir. Cuando crucé la frontera, no me quedaba dinero y tuve que vender plátanos en la calle durante unos meses. Hice lo que pude para comer y sobrevivir. Por desgracia, los que se aprovechaban de mí también eran venezolanos, que me hacían trabajar muchas horas, me pagaban muy poco y tardaban mucho tiempo en pagarme. Hoy confío más en los brasileños que en mis compatriotas. Fue muy difícil acostumbrarme a un nuevo idioma. Creo que los gobiernos deberían promover servicios de información sobre trabajo y estudio para los emigrantes, para facilitarles la adaptación al cambio de lengua y cultura". - Alberto, venezolano, 21 años.

En este Día Internacional del Migrante, nosotros, la Juventud Obrera Cristiana Internacional, nos unimos para poner de relieve los derechos fundamentales de los migrantes y defender un proceso migratorio seguro y ordenado que respete la dignidad humana. Hoy queremos llamar la atención sobre los retos y las oportunidades que rodean a la migración, desde la integración y la movilidad laboral hasta los derechos humanos y el papel crucial de los migrantes en el desarrollo sostenible.

Hagamos oír las voces de los/as jóvenes migrantes, pioneros de nuestro futuro común. Todos los/as jóvenes, sea cual sea su origen, merecen la oportunidad de perseguir sus sueños. Es nuestro deber defender la igualdad de acceso a la educación, el empleo y el apoyo social para todos los/as jóvenes.

Este día nos recuerda que es esencial cooperar a escala mundial y respetar los derechos de todos los/as migrantes, sea cual sea su estatus. Reconocemos la compleja naturaleza de la migración y trabajamos por políticas que protejan a los migrantes y reconozcan sus valiosas contribuciones en multitud de ámbitos.

En el Día Internacional del Migrante, hacemos un llamamiento a gobiernos y organizaciones de todo el mundo para que refuercen su compromiso con el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular. Juntos/as, podemos garantizar que la migración se gestiona respetando los derechos humanos y mejorando el bienestar de los migrantes y sus comunidades.

En el Día del Migrante celebramos la contribución que los inmigrantes hacen cada día a nuestras comunidades. Su resistencia, sus capacidades y su diversidad cultural enriquecen nuestras vidas. Aceptemos la diversidad, fomentemos la comprensión y trabajemos para garantizar que todos tengan la oportunidad de prosperar, sea cual sea su origen.

Como Juventud Obrera Cristiana Internacional, nos solidarizamos con los migrantes y refugiados de todo el mundo. Sus historias forman un complejo mosaico dentro de nuestra comunidad mundial. Defendamos sus derechos, ofrezcámosles apoyo y servicios esenciales y sensibilicemos sobre los desafíos a los que se enfrentan.

 

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