Bruselas (JOCI Info) – Basma Doka Louis, la coordinadora africana de la JOC, tomó la palabra en la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), abordando uno de los principales sujetos de la conferencia, dentro de la Comisión encargada de la discusión recurrente sobre el objetivo estratégico de la protección social (seguridad social), en el marco del seguimiento de la Declaración de la OIT sobre la justicia social por una mundialización equitativa.
En esa declaración, insiste sobre el hecho de que los jóvenes trabajadores tienen necesidad de sentirse valorizados estando reconocidos. La puesta en práctica completa de la convención 102 y de la recomendación n° 202 de la OIT es crucial para garantizar un sistema de protección social justo para todos y todas.
Basma compartió igualmente el testimonio de un trabajador de un restaurante en Australia que ha sido afectado por la pandemia del Covid-19. "Trabajaba como cocinero en un restaurante. Cuando el Covid golpeó y el gobierno otorgó ayudas sociales para hacer frente a la crisis, no tenía derecho y la empresa me despidió. Tuve que contactar asociaciones caritativas para alimentarme. Esto tiene un impacto en mi salud mental." Esta declaración fue leída desde Egipto en el marco de la CIT virtual.
La situación a la que los empleados de los restaurantes han sido confrontados en Australia se ha vivido en muchos otros países, especialmente por los estudiantes trabajadores migrantes que viven sin prestaciones de protección social, por los trabajadores informales y precarios que no se benefician de una protección adecuada, por los trabajadores de la "gig economy" (economía de pequeños trabajos) que viven en la incertidumbre en cuanto al futuro, y por los jóvenes que han perdido su empleo, los ingresos y sus economías a causa de la crisis del Covid.
Basma señalo que la protección social era un derecho para todos. La protección social engloba los cuidados de salud de calidad, la educación, los beneficios de desempleo y un hilo de seguridad global para todos. Las infraestructuras como el agua, la electricidad y el internet son necesarias para participar al mundo de hoy. Además, el acceso a los transportes públicos es una cuestión de justicia social y responde a las necesidades ecológicas.
Basma recordó que para realizar todo esto, la solidaridad de todos los países miembros de la OIT, de los trabajadores y de los empleadores era indispensable.
Al final de su intervención, Basma llamó a actuar solidariamente. Invertir en el financiamiento solidario implica que las sociedades multinacionales que se benefician más de la economía mundializada paguen impuestos allá donde generan sus beneficios, con el fin de que un sistema de protección social fuerte y transformador pueda implementarse.
"Último punto pero no menos importante, exhortó a los 187 Estados Miembros de la OIT a aplicar las medidas propuestas en el informe, teniendo en cuenta igualmente la realidad de los jóvenes", concluyó Basma.
Del 7 al 19 de junio, los representantes de los gobiernos, de los trabajadores y de los empleadores de 187 Estados Miembros de la OIT se reunieron en línea con ocasión de la 109° Conferencia Internacional del Trabajo para discutir de las cuestiones relacionadas al mundo del trabajo, especialmente de un relance postpandemia centrado en el ser humano.