En el contexto de la dictadura militar chilena (1973 – 1990), en el año 1982 a la edad de 20 años, Jorge se encontraba cesante y vendía berlines a las afueras de un policlínico de la ciudad de Talca, séptima región de Chile.
Así comienza su camino por la JOC.
Fue a través del diácono belga Guido Gossens y la compañera Luz María Troncoso que recibe la invitación a participar en el movimiento Juventud Obrera Cristiana. Sólo bastaron algunos testimonios y su valoración como joven trabajador para encender su espíritu de compromiso. Comenzó a reunirse con jóvenes del barrio, unos trabajaban y otros cesantes, formando así la base de iniciados, quienes después de sus acciones lograron participar como militantes en diferentes encuentros y ampliados, formando a su vez nuevas bases que dieron fuerza al movimiento nacional.